Entrevista a Silvio Mieli, periodista y profesor
de la Facultad de Comunicación y Filosofía de la Pontificia Universidad
Católica (PUC-SP)
"¿Y por qué no podría existir una televisión de los Sin Tierra?"
Brasil de Fato
Silvio Mieli es
periodista y profesor de la Facultad de Comunicación y Filosofía de la
Pontificia Universidad Católica (PUC-SP). Su opinión se suma a las
recientes manifestaciones por la Democratización de la Comunicación en
Brasil, como la que se produjo el día 15 de octubre en Sao Paulo, frente
al Hotel Renaissance donde se estaba reuniendo la SIP (Sociedad
Interamericana de Prensa, grupo de dueños de grandes medios NdT).
En esta oportunidad, los representantes del Colectivo “Intervozes” y
del “Foro Nacional por la Democratización de la Comunicación” (FNDC)
entre otras organizaciones, levantaron carteles denunciando los abusos
practicados por algunas emisoras de radio y de televisión, periódicos y
revistas. Desde luego, una de las conclusiones del reciente estudio
del investigador Tiago Cubas, del Núcleo de Estudios, Investigaciones y
Proyectos sobre la Reforma Agraria (Nera/Unesp), “São Paulo Agrario: representaciones de la disputa territorial entre campesinos y ruralistas de 1988 a 2009”,
va en la misma dirección : los medios privados totalizan la visión de
las relaciones capitalistas en el campo; de ahí los estereotipos y el
rechazo a los sujetos y modos de producción alternativos.
En esta entrevista, Silvio Mieli analiza la coyuntura de la lucha por la democratización de la comunicación en Brasil.
Brasil
de Fato – Hace tiempo que se ejerce una violencia física desde los
poderes públicos y privados en contra de los Sin Tierra, por medio de
policías y de milicias armadas. La cobertura de los medios tradicionales
aborda estos hechos de forma tendenciosa. ¿Por qué la violencia contra
el pobre ha sido tan naturalizada y hasta ignorada por los medios
privados hasta hoy?
Silvio Mieli – En primer lugar es preciso
recordar que los medios privados son ultraconservadores. El conservador
encuentra natural que un millardo de personas pasen hambre en el mundo.
También pasa a ser natural — y típico de los conservadores — que se use
la violencia contra aquellos que quieran salir de esa situación. Como
dice el filósofo Giorgio Agamben, a los medios les gustan las personas
indignadas pero pasivas. Los grandes periódicos no tendrán ningún
problema para mostrar niños hambrientos viviendo en un vertedero pero
reprobarán vehementemente cualquier acción directa para corregir esa
injusticia. La misma concentración de la tierra tiene como espejo la
concentración de los medios de comunicación en Brasil. En el primer caso
robaron tierras públicas o compraron tierras robadas. En el segundo se
apoderaron del espectro radioeléctrico mediante favores políticos o por
el poder económico, o por ambas vías. Es por estas razones que el
sistema es capaz de todo cuando se intenta cuestionar la propiedad de la
tierra o de un medio de comunicación. No fue ninguna casualidad que el
lema de la democratización de los medios en los años 1980 fuera:
“¡Reforma Agraria en el Aire!”. En la tierra como en el aire estamos
lidiando con los mismos problemas: la cuestión de la propiedad, su uso
social y cuáles modelos de desarrollo deben ser implementados.
Brasil
de Fato – En términos prácticos, ¿qué tipo de relación existe entre los
periódicos locales (y nacionales) y el agronegocio para criminalizar
así a los campesinos pobres?
Silvio Mieli – Todas las familias
que monopolizan los medios en Brasil son (directa o indirectamente)
grandes terratenientes. La familia Saad (grupo Bandeirantes), que
recientemente también invirtió en el ramo de los medios impresos, es de
grandes empresarios agropecuarios, Octávio Frías (padre) era uno de los
mayores empresarios del agro.
Por lo tanto, además del
servilismo, existen intereses directos en el sector. Muchos políticos,
aún entre los que se creen muy poderosos, se volvieron office-boys de
las grandes corporaciones. En cuanto a los grandes vehículos
comunicacionales, se transformaron en promotores de eventos de esas
grandes empresas.
Brasil de Fato – Después de la llamada
“redemocratización” (post-dictadura), ¿cuál ha sido el peso de los
medios (locales y nacionales) en el proceso de naturalización de la
violencia contra los pobres y los Sin Tierra y de qué manera han
obstaculizado la reforma agraria?
Silvio Mieli – Se suele decir
que los medios no son el “cuarto poder” sino el “quinto elemento”.
Tenemos el agua, la tierra, el fuego, el aire y… los medios de
comunicación. Vivimos inmersos en ellos. De ahí la importancia de la
calidad de lo que se produce en estos medios. Pero en nuestro caso
brasileño, ¿será que podemos hablar realmente de “redemocratización” si,
entre tantos problemas heredados de la dictadura, el acceso a los
medios sigue tan limitado? He aquí otra dimensión de la vida nacional:
vivimos en un estado de excepción permanente. La dictadura configuró un
modelo comunicacional que, aún después del régimen militar, sigue en
pie. Basta con investigar el papel de los medios privados en los últimos
grandes casos de conflictos ambientales y agrarios para comprobar cómo
operan (Raposa Sierra del Sol, MP 458, Código Forestal, Bello Monte…).
Brasil
de Fato – ¿Qué podría hacer un gobierno más progresista o la propia
sociedad más esclarecida para que estos medios evolucionen hacia una
comunicación más equilibrada?
Silvio Mieli – Veamos el ejemplo de
la “pentecostalización” de los medios en Brasil. La invasión de
corporaciones que se autodenominan iglesias es uno de los mayores
problemas contemporáneos en la comunicación masiva en Brasil. Ya
convivíamos con una serie de otros problemas, ahora tenemos este de más.
¿Y qué hizo el Estado? Amplió el espacio y el poder de esos grupos,
inclusive a través de alianzas político-partidarias.
Entregó
redes de televisión a grupos que no representan ninguna fuerza cultural
local, que agreden las tradiciones religiosas de matrices africanas y
hacen proselitismo del capitalismo como religión. Está claro que hace
falta luchar por el control social de los medios pero creo que el camino
no es lo de reformar lo que existe ni de quitar las propagandas
estatales.
En la lucha por la democratización de la comunicación
tenemos que usar la misma táctica del Movimiento de los Trabajadores Sin
Tierra: la ocupación del espectro improductivo (ya sea en el ámbito
social, cultural o pedagógico, lo que inclusive tiene respaldo
constitucional). No me refiero a ocupar los estudios de la Globo sino,
más allá del espacio que el movimiento social viene conquistando en
internet, a luchar por medios en manos de los movimientos sociales. ¿Por
qué no podría haber una MSTV, una televisión del MST? Llegó la hora de
que los movimientos sociales hablen directamente al pueblo, sin
intermediarios y no sólo por la internet sino también a través de las
ondas electromagnéticas, o de lo que queda de ellas.
Traducción del portugués: Thierry Deronne
Versión en francés:
http://mouvementsansterre.wordpress.com/2012/11/25/bresil-pourquoi-pas-une-television-des-sans-terre/
URL de este artículo:
http://escuelapopularcineytv.wordpress.com/2012/11/25/reforma-agraria-del-aire-en-brasil-y-por-que-no-podria-existir-una-television-de-los-sin-tierra/