setembro 01, 2014

"Federico, que sigue viviendo cada vez más…" (Hypérbole)

PICICA: "Lo que quisieron asesinar aquel día fue la alegría de vivir, la libertad de cantar las palabras más puras que evocan todos los colores verdaderos de la vida que puede elegirse y gozarse, el talento espontáneo y profundo que representará siempre la esperanza del mundo. Mataron a un poeta que sin embargo es lo más lejano a la muerte que pueda imaginarse y que vivirá siempre, incluso en poemas pequeños, que parecen esbozos llenos de risa y de erotismo pero que son capaces de diluir de inmediato todas las cosas malas o tornar ridícula y cruel cualquier pesadilla totalitaria.

Federico, que sigue viviendo cada vez más …."

Federico, que sigue viviendo cada vez más…




Lo que quisieron asesinar aquel día fue la alegría de vivir, la libertad de cantar las palabras más puras que evocan todos los colores verdaderos de la vida que puede elegirse y gozarse, el talento espontáneo y profundo que representará siempre la esperanza del mundo. Mataron a un poeta que sin embargo es lo más lejano a la muerte que pueda imaginarse y que vivirá siempre, incluso en poemas pequeños, que parecen esbozos llenos de risa y de erotismo pero que son capaces de diluir de inmediato todas las cosas malas o tornar ridícula y cruel cualquier pesadilla totalitaria.

Federico, que sigue viviendo cada vez más ….



Amor, amor que estoy herido. Herido de amor huido, herido, muerto de amor. Decid a todos que ha sido el ruiseñor. Bisturí de cuatro filos, garganta rota y olvido. Cógeme la mano, amor, que vengo muy mal herido, herido de amor huido, ¡herido! ¡Muerto de amor!

SERENATA

Por las orillas del río se está la noche mojando y en los pechos de Lolita se mueren de amor los ramos.
Se mueren de amor los ramos.
La noche canta desnuda sobre los puentes de marzo. Lolita lava su cuerpo con agua salobre y nardos.
Se mueren de amor los ramos.
La noche de anís y plata relumbra por los tejados. Plata de arroyos y espejos. Anís de tus muslos blancos.
Se mueren de amor los ramos.


ES VERDAD

¡Ay qué trabajo me cuesta quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire, el corazón y el sombrero.
¿Quién me compraría a mí este cintillo que tengo y esta tristeza de hilo blanco, para hacer pañuelos?
¡Ay qué trabajo me cuesta quererte como te quiero!


EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO

El lagarto está llorando. La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo, ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo, lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son! ¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay, cómo lloran y lloran, ¡ay! ¡ay! cómo están llorando!


Fonte: Hypérbole

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