dezembro 05, 2010

Pedro Casaldáliga, místico do Século XXI

PICICA: "Si yo tengo hambre, ése es un problema material; si otro tiene hambre, ese es un problema espiritual" (...) "la pobreza material de muchos es el resultado de la pobreza espiritual de unos cuantos encumbrados, que no quieren observar lo que sucede más allá de sus recintos" (...) "El día en que el hambre desaparezca, va a producirse en el mundo la explosión espiritual más grande que jamás conoció la humanidad".
Pedro Casaldáliga - Foto: Sérgio Lima (4.nov.2003)
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05-12-2010

Pere Casaldáliga, místico del Siglo XXI

Adital

Podría parecer que, al calificar a Pere Casaldáliga de "místico", estamos forzando o bien la personalidad de este obispo subversivo o bien el sentido del término "místico", o ambas cosas a la vez. Así sería, en efecto, si el término designara retraimiento y arrobo. Pero si por "místico" entendemos, como se ha de entender, una persona conmovida en el alma por el dolor y la belleza, una persona de ojos iluminados, de oídos atentos, de corazón apasionado, de labios inspirados, una persona enamorada de Jesús y airada por la injusticia hasta el arrebato, entonces Pere Casaldáliga es un místico excepcional. Un "místico desconcertante" (B. Forcano, Pere Casaldáliga 278), eso sí, pero yo no sé si alguna vez habrá habido un solo místico que no haya desconcertado, que no haya desafiado toda suerte de convenciones políticas y religiosas. 

Hace unos años le preguntaron a Pere cuál sería su ideal de vida, y él respondió más o menos así: "Me gustaría vivir una vida contemplativa en medio de una comunidad indígena" Pues bien, eso que le gustaría ser y vivir, creo que eso es lo que ha sido y vivido en el fondo este obispo rebelde, este militante poeta, este contemplativo activista, este discípulo de Jesús, profeta y místico, místico y profeta. 

Dicho esto, voy a señalar algunos rasgos de esta mística desconcertante del obispo de São Felix de Araguaia. 

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