PICICA: "Los mercaderes del gobierno de Lima no aprendieron del penoso espectáculo que hicieron en abril de 2010 con la reapertura racista y hollywoodenses de Machu Picchu, luego de las lluvias torrenciales."
Celebrando el saqueo de Machu Picchu
December 29, 2010
¿Podrías celebrar el saqueo de la casa de tus abuelos? ¿Podrías hacer una fiesta honrando la invasión y sacrilegio de un recinto sagrado de tus antepasados? En Perú se planea hacer exactamente eso.
Grupos de intereses privados de Lima y el gobierno peruano planean “celebrar” el centenario del saqueo y paulatina destrucción de Machu Picchu. Lo hacen por ignorancia, ambición, dinero y racismo, ellos no ven la ofensa o simplemente no les importa. No ven el ridículo internacional que hacen. Ven solo la moneda y el odio racial, igual que sus antepasados.
El corrupto gobierno de Alan García en Perú es el organizador principal de la ‘celebración’ del centenario del saqueo del centro religioso indígena Machu Picchu, ocurrida desde 1911 hasta 1915 a la llegada del caza-fortunas estadounidense Hiram Bingham III.
No es broma. El gobierno de Lima a través de sus ministerios -elitistas y pro negocios- de Cultura, Comercio Exterior y de Medio Ambiente, ha programado una serie de eventos para celebrar la destrucción y robo de miles de piezas históricas indígenas, realizada por un equipo estadounidense de traficantes de arte, liderado por Bingham y financiado por la elitista y racista Universidad de Yale -donde estudiaron tres generaciones de los criminales de guerra Bush- y por el [dealer] del mercado internacional de arte histórico National Geographic Society, donde se estudian y exhiben los motines de los cazafortunas europeos y estadounidenses – y sus peones latinoamericanos.
Negociantes de lo todo. Los de Lima, Washington, DC y New Heaven tienen motivos para celebrar el saqueo de nuestro Machu Picchu. Al igual que los saqueadores europeos ellos hacen por dinero: “para atraer más turistas” dicen. El negocio del turismo en Cusco -el principal destino peruano- está en manos mayormente de empresas de limeños y de extranjeros. Algunos dicen que el turismo sirve como una forma de lavado de dinero.
Esos peruanos de Lima -bajo órdenes de afuera- tienen el descaro de titularle “Centenario del encuentro de Machu Picchu con el mundo occidental”. Traerán luces de colores y cantantes foráneos, tocaran música de Europa. Le llaman ‘encuentro’ al saqueo como le llamaron ‘descubrimiento’ a la invasión de 1492.
Dicen que este evento se realizará el 7 de julio de 2011, otros dicen que será durante la celebración católica de “Semana Santa”.
El programa circense lo abrirá el racista escritor pro-hispanista Mario Vargas Llosa, aquel quien dice que los movimientos políticos indígenas son un peligro para la democracia y el desarrollo, que la masacre de Bagua fue ‘una victoria pírrima’ de los nativos, es aquel que llama payaso al líder indígena Evo Morales, ese mismo Vargas Llosa encubridor de paramilitares en Uchuraccay, en tantas matanzas de nativos que realizaron los señoritos democráticos y occidentales Belaúnde, Garcia, Fujimori, Toledo. Ese racista imbécil pondrá sus sucios pies en Machu Picchu.
Realmente un papelón. Los mercaderes del gobierno de Lima no aprendieron del penoso espectáculo que hicieron en abril de 2010 con la reapertura racista y hollywoodenses de Machu Picchu, luego de las lluvias torrenciales. En su afán monetario -y su ignorancia y desprecio de las culturas andinas- caen en el ridículo más penoso. Dicen que han invitado a los cantantes Sting, Bono y Paul McCartney. Are you fucking kidding me?
Además los mercantilistas de las culturas originarias, aseguran que “asistirán 250 periodistas de diferentes nacionalidades, participarán también 250 empresarios (100 de ellos del extranjero y 100 relacionados con el sector turismo).” Lo dice con pecho henchido un funcionario del negociado del turismo en Perú, con la baba cayendo.
Espera runa que todavía hay más: los alienados de Lima quieren que cante el tenor peruano Juan Flórez — ese talentoso pero engreído arrogante que hace música europea. No tiene ni idea del ridiculo que hacen. Quieren invitar también a diez nietos del huaquero (saqueador de huacas o wakas) Hiram Bingham. Les falta solamente traer a los reyes de Hispania e Inglaterra. Unos arrodillados estos, verdaderos kuchis, sucios.
En ese evento telenovelero donde los indígenas quechua de Cusco no son los organizadores, se incluirá música indígena mimetizada y forzada al gusto europeizado de Lima, seguro que habrán danzantes indígenas que harán rituales circenses para contentar a los rudos asistentes.
De Cusco solo llegarán pocos. Recuerda que a Machu Picchu solo entran peruanos que pueden pagar los $24 dólares que cuesta la entrada por persona. Esto en Cusco, donde el 73% de la población –indígenas descendientes de los que construyeron Machu Picchu, es decir los verdaderos dueños- viven con menos de $1 dólar al día.
Pero dicen que lo pasaran por televisión al resto del mundo.
Todo lo ven dinero. El racista Alan García quien dijo que los nativos no son ciudadanos de primera clase tuvo el ‘acierto’ de reclamar por el patrimonio de Machu Picchu a la Universidad de Yale, enviando una carta al presidente Barack Obama a comienzos de noviembre. Lo hizo por el dinero, al decendiente de cusquenos no le importa ni un pepino la cultura quechua. Es que “la plata llega sola”.
Las gestiones dieron resultados favorables. Leer la declaración de Yale.
Huaqueros
Los huaqueros o wakeros en Perú son los ladrones de huaquas o wakas, es decir los centros sagrados nativos. Muchos son empíricos pero otros tienen hasta títulos profesionales de historiadores, arqueólogos, antropólogos, hasta presidentes y sus esposas.
Los cientos de objetos que Yale está devolviendo a Perú, no conforman la mayoría del tesroro que se llevó Bingham y su equipo de saqueadores. Hay miles de objetos quechua robados de Machu Picchu y repartidos en el mundo, en colecciones privadas, museos y universidadas. Incluyendo restos humanos.
Por cierto, Bingham no saqueó solo todo lo que se llevó. Desde décadas pasadas antes de ese saqueo pagado por Yale-National Geographic, los huaqueros de Cusco y Lima (incluyendo al racista escritor Ricardo Palma) ya habían sacado enormes cantidades de objetos históricos, los vendieron a saqueadores europeos y estadounidenses.
Bingham pagó a huaqueros peruanos para que ellos envíen las miles de piezas de Machu Picchu a Panamá, la nueva colonia estadounidense entonces como hoy. El botín incluyó lo que Bingham saqueó, más lo que compró de los peruanos. Esta información ha sido recogida en Cusco por el escritor, cineasta y antropólogo Kim MacQuarrie.
Lima esa ignorante con dinero
Los limeños le llaman ruinas a los centros sagrados indígenas, les llaman parques arqueológicos. Para Lima y muchos peruanos que ignoran su pasado, los monumentos nativos son lugares muertos, como si la gente que los construyó ya no existieran, como si nuestras culturas hubiéran desaparecido, nos mienten que todo aquello fueron obras de otras gentes. Así nos ‘educan’ en las escuelas peruanas.
Ese es uno de los más grandes retos de Perú: su desintegración cultural, social, económica y política. Somos un país dividido no solo por una geografía apocalíptica, sino porque nuestra población está separada por culturas y formas de vida diferentes, pero sobretodo por esquemas sociales caducos, grandes mentiras de las elites coloniales y esclavistas que fundaron nuestro país.
Y que todavía están por ahí, jodiéndolo todo.
Por eso ser indígena es una maldición en un país como Perú. Porque los acriollados están al acecho de saquear todo lo que tú tienes, desde tu trabajo diario, tus tierras, hasta tus culturas originales. Acuérdate que solo unos pocos van a Perú a mirar pitucos drogándose en una playa costera, o a drogarse juntos – Joran Van Der Sloot viene a la mente. Los criollos alienados de Lima usan nuestra existencia misma para llenarse los bolsillos. Sino ya estuvieran pasando más Baguas en nombre del progreso.
Esto ocurre en la mayoría de las naciones post-coloniales de las Américas. Ten presente que somos resultado de una invasión y del enfrentamiento de diferentes culturas. Por eso -a pesar del tiempo- seguimos segregados y alienados entre unos y otros. Nuestras diferentes clases sociales y grupos raciales no logran unirse, se aferran a valores erróneos, a falacias mientras unos prefieren mantener sus privilegios a costa de los otros.
En Perú, el euro-céntrico Ministerio de Cultura es dirigido por un arqueólogo (esos ‘académicos’ que usualmente miran a los indígenas no como humanos sino como objetos de estudio). Es el limeño Juan Ossio Acuña, mal educado en Europa, ha sido miembro de la nefasta Comisión de Uchuraccay que culpó a los indígenas de los crímenes cometidos por paramilitares derechistas. Es además miembro de la manipulada y ficticia “Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos” creada por el gobierno del estadounidense Toledo, el que reconoció su herencia indígena para trabajar por sus financistas.
No solo eso, Ossio es asesor de corporaciones mineras en solucionar, mejor dicho “apaciguar” conflictos laborales con los explotados mineros indígenas, que mueren en sus cuarentas por contaminación.
¿Quién es el viceministro de Cultura en Perú? el señorito Bernardo Alonso de la Cruz Roca Rey (no es broma, ese es su nombre), promotor de masacres de toros, un empresario elitista que comercializa con las culturas afro peruana e indígena a través de su feria de comidas Mistura. Podría seguir.
Luego están los negociantes de los ministerios de Comercio Exterior y Turismo (donde estuvo la carnicera de Bagua, Mercedes Araoz), y de Medio Ambiente (con el marioneta Antonio Brack, toda una burla a la iniciativa original del Partido Nacionalista). Ya los conocerán de seguro, esas mafias de ratas.
Esta gentuza, ignorantes con dinero, siguen creyendo que Perú es su chacra privada. Creen que la división de clases se debe basar en dinero y no en el conocimiento o el esfuerzo personal y colectivo. Creen que la explotación humana y el racismo se justifican con tal de conservar sus beneficios, que la destrucción del planeta no importa si se trata de más dinero.
Ellos ven a Machu Picchu como el gran botín. Hay que sacarle el jugo.
Pero es tiempo que esos idiotizados peruanos comprendan que ellos no pueden celebrar su odio contra nuestros pueblos. Ellos creen que pueden decidir por Cusco. Ya no. Desde los alrededores estarán nuestros Apus contemplando con rabia como celebran el saqueo y la codicia, mientras el pueblo originario espera pacientemente el regreso del Pachacuti.
Estaremos vigilantes porque lo debido es deuda, porque la injusticia no es eterna. Los veremos danzar su burla, por última vez en Machu Picchu. Llikchay Qosqomanta.
Grupos de intereses privados de Lima y el gobierno peruano planean “celebrar” el centenario del saqueo y paulatina destrucción de Machu Picchu. Lo hacen por ignorancia, ambición, dinero y racismo, ellos no ven la ofensa o simplemente no les importa. No ven el ridículo internacional que hacen. Ven solo la moneda y el odio racial, igual que sus antepasados.
Machu Picchu en foto del saqueador Hiram Bingham III, en 1911 / vía incatrail-peru.com
No es broma. El gobierno de Lima a través de sus ministerios -elitistas y pro negocios- de Cultura, Comercio Exterior y de Medio Ambiente, ha programado una serie de eventos para celebrar la destrucción y robo de miles de piezas históricas indígenas, realizada por un equipo estadounidense de traficantes de arte, liderado por Bingham y financiado por la elitista y racista Universidad de Yale -donde estudiaron tres generaciones de los criminales de guerra Bush- y por el [dealer] del mercado internacional de arte histórico National Geographic Society, donde se estudian y exhiben los motines de los cazafortunas europeos y estadounidenses – y sus peones latinoamericanos.
Negociantes de lo todo. Los de Lima, Washington, DC y New Heaven tienen motivos para celebrar el saqueo de nuestro Machu Picchu. Al igual que los saqueadores europeos ellos hacen por dinero: “para atraer más turistas” dicen. El negocio del turismo en Cusco -el principal destino peruano- está en manos mayormente de empresas de limeños y de extranjeros. Algunos dicen que el turismo sirve como una forma de lavado de dinero.
Esos peruanos de Lima -bajo órdenes de afuera- tienen el descaro de titularle “Centenario del encuentro de Machu Picchu con el mundo occidental”. Traerán luces de colores y cantantes foráneos, tocaran música de Europa. Le llaman ‘encuentro’ al saqueo como le llamaron ‘descubrimiento’ a la invasión de 1492.
Dicen que este evento se realizará el 7 de julio de 2011, otros dicen que será durante la celebración católica de “Semana Santa”.
El programa circense lo abrirá el racista escritor pro-hispanista Mario Vargas Llosa, aquel quien dice que los movimientos políticos indígenas son un peligro para la democracia y el desarrollo, que la masacre de Bagua fue ‘una victoria pírrima’ de los nativos, es aquel que llama payaso al líder indígena Evo Morales, ese mismo Vargas Llosa encubridor de paramilitares en Uchuraccay, en tantas matanzas de nativos que realizaron los señoritos democráticos y occidentales Belaúnde, Garcia, Fujimori, Toledo. Ese racista imbécil pondrá sus sucios pies en Machu Picchu.
Realmente un papelón. Los mercaderes del gobierno de Lima no aprendieron del penoso espectáculo que hicieron en abril de 2010 con la reapertura racista y hollywoodenses de Machu Picchu, luego de las lluvias torrenciales. En su afán monetario -y su ignorancia y desprecio de las culturas andinas- caen en el ridículo más penoso. Dicen que han invitado a los cantantes Sting, Bono y Paul McCartney. Are you fucking kidding me?
Además los mercantilistas de las culturas originarias, aseguran que “asistirán 250 periodistas de diferentes nacionalidades, participarán también 250 empresarios (100 de ellos del extranjero y 100 relacionados con el sector turismo).” Lo dice con pecho henchido un funcionario del negociado del turismo en Perú, con la baba cayendo.
Espera runa que todavía hay más: los alienados de Lima quieren que cante el tenor peruano Juan Flórez — ese talentoso pero engreído arrogante que hace música europea. No tiene ni idea del ridiculo que hacen. Quieren invitar también a diez nietos del huaquero (saqueador de huacas o wakas) Hiram Bingham. Les falta solamente traer a los reyes de Hispania e Inglaterra. Unos arrodillados estos, verdaderos kuchis, sucios.
En ese evento telenovelero donde los indígenas quechua de Cusco no son los organizadores, se incluirá música indígena mimetizada y forzada al gusto europeizado de Lima, seguro que habrán danzantes indígenas que harán rituales circenses para contentar a los rudos asistentes.
De Cusco solo llegarán pocos. Recuerda que a Machu Picchu solo entran peruanos que pueden pagar los $24 dólares que cuesta la entrada por persona. Esto en Cusco, donde el 73% de la población –indígenas descendientes de los que construyeron Machu Picchu, es decir los verdaderos dueños- viven con menos de $1 dólar al día.
Pero dicen que lo pasaran por televisión al resto del mundo.
Todo lo ven dinero. El racista Alan García quien dijo que los nativos no son ciudadanos de primera clase tuvo el ‘acierto’ de reclamar por el patrimonio de Machu Picchu a la Universidad de Yale, enviando una carta al presidente Barack Obama a comienzos de noviembre. Lo hizo por el dinero, al decendiente de cusquenos no le importa ni un pepino la cultura quechua. Es que “la plata llega sola”.
Las gestiones dieron resultados favorables. Leer la declaración de Yale.
Huaqueros
Los huaqueros o wakeros en Perú son los ladrones de huaquas o wakas, es decir los centros sagrados nativos. Muchos son empíricos pero otros tienen hasta títulos profesionales de historiadores, arqueólogos, antropólogos, hasta presidentes y sus esposas.
Los cientos de objetos que Yale está devolviendo a Perú, no conforman la mayoría del tesroro que se llevó Bingham y su equipo de saqueadores. Hay miles de objetos quechua robados de Machu Picchu y repartidos en el mundo, en colecciones privadas, museos y universidadas. Incluyendo restos humanos.
Por cierto, Bingham no saqueó solo todo lo que se llevó. Desde décadas pasadas antes de ese saqueo pagado por Yale-National Geographic, los huaqueros de Cusco y Lima (incluyendo al racista escritor Ricardo Palma) ya habían sacado enormes cantidades de objetos históricos, los vendieron a saqueadores europeos y estadounidenses.
Bingham pagó a huaqueros peruanos para que ellos envíen las miles de piezas de Machu Picchu a Panamá, la nueva colonia estadounidense entonces como hoy. El botín incluyó lo que Bingham saqueó, más lo que compró de los peruanos. Esta información ha sido recogida en Cusco por el escritor, cineasta y antropólogo Kim MacQuarrie.
Lima esa ignorante con dinero
Los limeños le llaman ruinas a los centros sagrados indígenas, les llaman parques arqueológicos. Para Lima y muchos peruanos que ignoran su pasado, los monumentos nativos son lugares muertos, como si la gente que los construyó ya no existieran, como si nuestras culturas hubiéran desaparecido, nos mienten que todo aquello fueron obras de otras gentes. Así nos ‘educan’ en las escuelas peruanas.
Ese es uno de los más grandes retos de Perú: su desintegración cultural, social, económica y política. Somos un país dividido no solo por una geografía apocalíptica, sino porque nuestra población está separada por culturas y formas de vida diferentes, pero sobretodo por esquemas sociales caducos, grandes mentiras de las elites coloniales y esclavistas que fundaron nuestro país.
Y que todavía están por ahí, jodiéndolo todo.
Por eso ser indígena es una maldición en un país como Perú. Porque los acriollados están al acecho de saquear todo lo que tú tienes, desde tu trabajo diario, tus tierras, hasta tus culturas originales. Acuérdate que solo unos pocos van a Perú a mirar pitucos drogándose en una playa costera, o a drogarse juntos – Joran Van Der Sloot viene a la mente. Los criollos alienados de Lima usan nuestra existencia misma para llenarse los bolsillos. Sino ya estuvieran pasando más Baguas en nombre del progreso.
Esto ocurre en la mayoría de las naciones post-coloniales de las Américas. Ten presente que somos resultado de una invasión y del enfrentamiento de diferentes culturas. Por eso -a pesar del tiempo- seguimos segregados y alienados entre unos y otros. Nuestras diferentes clases sociales y grupos raciales no logran unirse, se aferran a valores erróneos, a falacias mientras unos prefieren mantener sus privilegios a costa de los otros.
En Perú, el euro-céntrico Ministerio de Cultura es dirigido por un arqueólogo (esos ‘académicos’ que usualmente miran a los indígenas no como humanos sino como objetos de estudio). Es el limeño Juan Ossio Acuña, mal educado en Europa, ha sido miembro de la nefasta Comisión de Uchuraccay que culpó a los indígenas de los crímenes cometidos por paramilitares derechistas. Es además miembro de la manipulada y ficticia “Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos” creada por el gobierno del estadounidense Toledo, el que reconoció su herencia indígena para trabajar por sus financistas.
No solo eso, Ossio es asesor de corporaciones mineras en solucionar, mejor dicho “apaciguar” conflictos laborales con los explotados mineros indígenas, que mueren en sus cuarentas por contaminación.
¿Quién es el viceministro de Cultura en Perú? el señorito Bernardo Alonso de la Cruz Roca Rey (no es broma, ese es su nombre), promotor de masacres de toros, un empresario elitista que comercializa con las culturas afro peruana e indígena a través de su feria de comidas Mistura. Podría seguir.
Luego están los negociantes de los ministerios de Comercio Exterior y Turismo (donde estuvo la carnicera de Bagua, Mercedes Araoz), y de Medio Ambiente (con el marioneta Antonio Brack, toda una burla a la iniciativa original del Partido Nacionalista). Ya los conocerán de seguro, esas mafias de ratas.
Esta gentuza, ignorantes con dinero, siguen creyendo que Perú es su chacra privada. Creen que la división de clases se debe basar en dinero y no en el conocimiento o el esfuerzo personal y colectivo. Creen que la explotación humana y el racismo se justifican con tal de conservar sus beneficios, que la destrucción del planeta no importa si se trata de más dinero.
Ellos ven a Machu Picchu como el gran botín. Hay que sacarle el jugo.
Pero es tiempo que esos idiotizados peruanos comprendan que ellos no pueden celebrar su odio contra nuestros pueblos. Ellos creen que pueden decidir por Cusco. Ya no. Desde los alrededores estarán nuestros Apus contemplando con rabia como celebran el saqueo y la codicia, mientras el pueblo originario espera pacientemente el regreso del Pachacuti.
Estaremos vigilantes porque lo debido es deuda, porque la injusticia no es eterna. Los veremos danzar su burla, por última vez en Machu Picchu. Llikchay Qosqomanta.
Una heredera de Machu Picchu, indígena quechua pide limosnas en Cusco. Foto JuanFranco.com
“La idea es poder traer a periodistas internacionales y por medio de ellos hacer conocer al mundo Machu Picchu como patrimonio cultural de la humanidad y maravilla (del mundo moderno). Las celebraciones deben de ser por todo lo alto”, enfatizó Juan Ossio.
Nenhum comentário:
Postar um comentário