PICICA: "“Éste es un caso consentido: no ha habido “movimientos de los parados”.
La fortuna que esta locución ha conocido de una manera inmediata en el
seno de cierto izquierdismo espectacular, donde es ya una figura de
referencia histórica, demuestra esto de una manera suficiente, en vista
de que no hay nada que el Espectáculo nombre y que tenga alguna
oportunidad de incitar a su contestación. Además, es preciso encontrarse
en la fase terminal de un trotskismo nefrítico, o ambicionar alguna
posición dentro de la gestión concertada de la miseria humana, para no
reconocer que el concepto mismo de “movimiento”, y a fortiori de
“movimiento social”, no cuenta con otro contenido que esta operación que
permite: una puesta en equivalencia general de todas las intenciones
sobre la base del pataleo [gigotage], y esto conforme a la ocultación de los fines
que comanda el nihilismo mercantil."
Tiqqun / Los metafísicos-críticos bajo el “movimiento de los parados”
“Éste es un caso consentido: no ha habido “movimientos de los parados”.
La fortuna que esta locución ha conocido de una manera inmediata en el
seno de cierto izquierdismo espectacular, donde es ya una figura de
referencia histórica, demuestra esto de una manera suficiente, en vista
de que no hay nada que el Espectáculo nombre y que tenga alguna
oportunidad de incitar a su contestación. Además, es preciso encontrarse
en la fase terminal de un trotskismo nefrítico, o ambicionar alguna
posición dentro de la gestión concertada de la miseria humana, para no
reconocer que el concepto mismo de “movimiento”, y a fortiori de
“movimiento social”, no cuenta con otro contenido que esta operación que
permite: una puesta en equivalencia general de todas las intenciones
sobre la base del pataleo [gigotage], y esto conforme a la ocultación de los fines
que comanda el nihilismo mercantil. El que un hormigueo humano
cualquiera con pretensión crítica reciba el nombre de “movimiento” debe
ser considerado para el futuro como una prueba irrefutable de su
inocuidad, es decir, en la presente configuración de las hostilidades,
como una manifestación de íntima connivencia con la dominación. Sin duda
no faltará un pataleador [gigoteur] que objetará a esto que no es un
movimiento lo que está aquí en cuestión, sino el “movimientos de los
parados”, objeto estrictamente determinado, y por así decir, empírico.
Pero la desgracia, en este caso, es que el concepto de “parado” está
completamente desprovisto de sentido al igual que el concepto mismo de
“movimiento”, y que su acoplamiento está, salvo algún milagro, poco
dotado en lo que refiere a virtudes genésicas. Quien consienta a su más
mínimo examen verá que en efecto el concepto de “parado” no enuncia un
atributo particular, sino por el contrario una ausencia de atributo, el
hecho de no trabajar, el cual no especifica nada, por lo menos
nada positivo, o existente. Un individuo sólo puede ser determinado como
“no trabajando” en el seno de una sociedad en la que trabajar, es
decir, entrar en cierto tipo de relaciones de dominación, es la norma.
El concepto de “parado” no remite entonces, en última instancia, a
ninguna realidad tangible y aislable; expresa únicamente la obligación
de trabajar, y el hecho de que esta obligación se ejerce, en la
sociedad mercantil, a nivel individual. La inocente maniobra por la cual
una falta de cualidad se transforma en cualidad particular y la
no-pertenencia a una categoría en una categoría distinta, no tiene nada
de neutro; dicha maniobra es lo que funda todo el exorbitante poder de
coacción del mundo de la mercancía autoritaria.”
Continuar leyendo en Tiqqunim.
Fonte: Artillería Inmanente
Nenhum comentário:
Postar um comentário